Si te has hecho recientemente o si estás pensando en hacerte un piercing es muy importante que sepa cómo es el proceso adecuado para el mantenimiento. Este es un tema vital para que puedas llegar a sufrir algún tipo de problema de salud causado por un muy mal cuidado.
En el día de hoy vamos a hablar sobre cuáles son esos cuidados que debes tener en cuenta a la hora de hacerte un piercing. Vamos a dividir este artículo en dos parte, en la primera hablaremos sobre cuidados generales que debes tener, mientras que en la otra parte hablaremos sobre los cuidados para piercings bucales.
Cuidados generales del piercing
Esta guía es adecuada para cualquier persona con los siguientes piercings:
- Oreja (lóbulo o cualquier piercing en el cartílago de la oreja)
- Nariz (fosa nasal, tabique o puente)
- Superficie (ombligo, ceja, buzo de piel, microdérmico, etc.)
Para mantener tu piercing en buen estado, te recomendamos que sigas este procedimiento:
- Lávate las manos con jabón antibacteriano y agua caliente antes de tocar tu piercing.
- A continuación, limpia el piercing con una solución de sal gema y agua hervida y ligeramente enfriada (1 parte de sal por 4 de agua). Puedes hacerlo sumergiendo el piercing por completo o aplicando la solución generosamente sobre el piercing y las zonas circundantes con un bastoncillo o un disco de algodón. Un buen consejo es utilizar un vaso de chupito o un cuenco pequeño para sumergir el piercing.
- Si observas algún líquido o costra, asegúrate de retirarlo con cuidado utilizando la solución y los bastoncillos o almohadillas de algodón. Si hay algún tipo de acumulación persistente, es posible que tengas que repetir el proceso de limpieza hasta que hayas eliminado toda la acumulación.
- Seca la zona con una toalla de papel no fibrosa. No utilices nunca papel higiénico o pañuelos de papel para cosméticos, ya que pueden dejar residuos de material.
- Por último, comprueba que tus joyas están bien sujetas. Asegúrate de que las bolas de rosca o de tornillo están bien puestas y vuelve a lavarte las manos.
Hazlo dos veces al día durante el tiempo de cicatrización aconsejado para tu piercing.
Además de mantener limpio el piercing, es esencial controlar su «salud» general. Si observas bultos, protuberancias o problemas de migración, es importante que acudas a un perforador cualificado para que te recomiende un curso de acción para tratar el problema. Si experimentas una hemorragia anormal, llanto o dolor, debes buscar atención médica inmediatamente.
Cuidados del piercing oral
Esta guía se recomienda para cualquier persona con los siguientes piercings:
- Labio (labret, bites, Monroe, etc)
- Lengua
- Oral (smiley, frowny, etc)
Para mantener tu piercing sano y limpio, te aconsejamos seguir este procedimiento
- Lávate las manos con jabón antibacteriano y agua caliente antes de tocar tu piercing.
- Utilizando una solución de sal gema y agua hervida y ligeramente enfriada (1 parte de sal por 4 de agua), limpia tu piercing haciendo buches con la solución durante 15-3 segundos. Escupe la solución una vez que hayas terminado.
- Por último, comprueba que tu joya está bien sujeta. Asegúrate de que las bolas roscadas o de rosca están bien colocadas y vuelve a lavarte las manos. Hazlo 2 ó 3 veces al día durante el tiempo de cicatrización aconsejado para tu piercing. También se recomienda enjuagarse la boca después de comer con un enjuague bucal sin alcohol.
- En el caso de los piercings en los labios y las mejillas, es importante limpiar la parte delantera del piercing dos veces al día siguiendo la Guía de cuidados generales de los piercings y limpiar la parte trasera del piercing siguiendo la Guía de cuidados de los piercings orales para mantener un alto nivel de higiene.
Es esencial que vigiles tu salud dental general cuando tengas un piercing oral, así como que estés atento a cualquier problema general del piercing, como los bultos. Reemplaza tu cepillo de dientes con regularidad (cada 3 meses), acude a tus citas con el dentista y utiliza regularmente el hilo dental para mantener tu boca en plena forma.
Siguiendo esta sencilla guía vas a ser capaz de cuidar adecuadamente el piercing que te has hecho. Y es que esto es sumamente importante para que evites que la herida pueda infectarse y terminar siendo peor.